Esta publicación está disponible también en: Inglés
Casi siempre que estoy leyendo un artículo es muy probable que sea sobre cómo una persona logró hacer algo u obtuvo eso o lo otro; por ejemplo: «Cómo logré perder 50 kg sin recuperarlos nuevamente», «cómo encontré la receta para felicidad en 9 pasos», o, «cómo salvé mi matrimonio haciendo esta simple cosa». La lista podría seguir indefinidamente como podrás imaginarlo; todos esos artículos son sobre recetas mágicas que hicieron milagros a esas personas y que pueden hacer lo mismo por ti, el/la lector/a.
Mi reacción a esos artículos, en caso que tengan que ver con mi propia situación, es generalmente algo así: «¡Wow, excelente! ¡Por fin algo que funciona; yo también pasé por eso! Entiendo de lo que habla, ¡voy a intentarlo también y estoy segura que todo va a estar bien!». ¿Te suena familiar?
Desafortunadamente, hasta ahora, no he leído una historia acerca de cómo se encuentran los autores al momento de escribir su historia. Qué problemas, miedos, preguntas tienen actualmente y que han intentado. Qué funcionó y qué no.
Cuando Rodrigo me propuso escribir algo me pregunté a mi misma sobre que podría escribir. Tengo tantas cosas en mente que me gustaría compartir pero no quiero solamente llenar otro sitio web… ¡Debería de ser algo significativo e inspirador!
Verás, yo soy profesora. He enseñado desde hace 5 años y la primera palabra que vino a mi mente fue «INSPIRAR».
Diariamente encuentro mi fuente de inspiración en la gente maravillosa que me rodea, en libros, en la naturaleza y, por supuesto, en mis estudiantes y si hay algo que me gustaría hacer es INSPIRAR. Creo que esto debería de ser el primer objetivo de un/a profesor/a. También creo que la mejor manera de inspirar a alguien más es siendo tú mism@ y añadiéndole un toque personalizado así que decidí escribir sobre mi experiencia con formulas mágicas y mi trayecto de vida, que está lejos de terminarse.
Todo mundo quiere una formula mágica para ayudarles a superar una situación difícil en sus vidas pero me he dado cuenta que ¡no hay una formula mágica universal! Todo es relativo y debe ser cuestionado. Si algo funcionó para mí no significa que funcionará para ti; no obstante nos pasamos la mitad de nuestras vidas intentando las formulas mágicas de otras personas y la otra mitad dándonos cuenta que esas formulas simplemente no funcionan…
Luego nos damos cuenta que al estar siempre buscando en las respuestas de otros nos olvidamos de buscar dentro de nosotros esas respuestas; las respuestas que verdaderamente importan: las que aplican para nosotros únicamente.
Somos criaturas de Dios buscando la perfección pero parece que hemos olvidado que esa perfección ya existe dentro de nosotros y que es el primer lugar en el que deberíamos buscar. Parece que tenemos miedo de lo que podríamos encontrar dentro de nosotros que pensamos que cualquier otra cosa es buena, excepto nosotros…
A lo largo de mi vida he leído, escuchado y visto muchos doctores, psicólogos, gurús y gente iluminada mostrando EL camino pero me he empezado a preguntar si ese es EL camino o SU camino porque he fallado tantas veces siguiendo los consejos de alguien más y en todas esas ocasiones he terminado frustrada, infeliz y sin esperanza.
Recientemente descubrí que soy como un ratón en su pequeña rueda: siempre dando vueltas y nunca llegando a ningún lugar y luego me di cuenta que es porque he intentado todo excepto seguir mi propio instinto. Nunca he tenido una charla verdadera conmigo misma, con mi cuerpo… pero es algo en lo que estoy trabajando actualmente.
Un sabio alguna vez dijo que tenemos dentro de nosotros un universo esperando a ser descubierto. Estoy tratando de entender esto y de descubrir mi propio universo pero todo lo que sé hasta ahora es que es todo una cruzada. No es fácil entenderte y conocerte de verdad pero tampoco es imposible. Estoy segura de esto y tengo gran fe en que con algo de ayuda celestial las piezas caerán en su respectivo lugar en algún divino momento.
Mientras tanto, he decidido ser feliz y disfrutar cada segundo de mi vida, cada lugar que visito y cada persona que conozco. ¿Quién dijo que debemos ser felices por una sola razón? ¿Por qué no ser felices sólo por ser felices, sólo por saber que existimos, que estamos vivos, que respiramos, que vemos y sentimos…?
Aprendamos a ser felices y a sonreir por las cosas más pequeñas y simples, de ésta forma nos rodearemos de amor, energía positiva y nuevas y maravillosas oportunidades.
Terminaré diciendo que deberíamos recordar que todo tiene una razón de ser y un tiempo perfecto y que acontece por nuestro propio bien. De tal manera que si ahora estoy en este lugar y en esta situación significa que es el mejor lugar y situación en la que tengo que estar y que es exactamente lo que necesito para convertirme en mi verdadero y mejor yo.
Share your thoughts with your Facebook, Wordpress, Google or Disqus account <3